Han pasado unos 14 meses desde que el inicio de la pandemia impactó en nuestras vidas de formas que nunca antes hubiéramos imaginado. Hemos pasado un año medio encerrados en casa, aislados hasta de la familia en muchos casos. Las buenas noticias es que parece que se ve la luz al final del túnel. Las vacunaciones van a buen ritmo, y si no sucede nada inesperado, iremos recuperando la normalidad poco a poco en los próximos meses.
Parece buen momento para hacer repaso de como hemos vivido la crisis y ver que podemos aprender de ella. Lo primero que he hecho es releer lo que escribía hace un año:
¿Y la bolsa que? ¿Es buen momento para comprar?
La respuesta está clara: si es buen momento.
Inversor sintético, 4 de Abril de 2020
Yo me inclino a pensar que no habrá una crisis tan terrible como auguran y que la economía se recuperará relativamente rápido. Las bolsas ya empezaron a subir desde finales de marzo, y tengo serias dudas de que vuelvan a mínimos de marzo con el pánico por el virus reduciéndose en las próximas semanas.
Inversor sintético, 12 de Abril de 2020
He de decir que no esperaba que la crisis durara tanto, me equivoqué con eso, al igual que con muchas otras cosas. Pero algo si tenía relativamente claro a juzgar por las dos citas anteriores, era un muy buen momento para invertir. Es más, creo que es justo decir que hubo dos aciertos que, aunque van de la mano, es interesante mencionar por separado:
- No vender en mitad del pánico
- Aprovechar las bajadas para comprar
No entrar en pánico al ver bajadas muy abultadas ha permitido a mi cartera recuperar niveles previos sin necesidad de hacer absolutamente nada. Y aprovechar la crisis para comprar a precios de saldo ha tenido unos retornos excepcionales. Ahora parece fácil verlo, pero en su momento era necesario, como tantas otras veces, tener la psicología adecuada para mantener la calma y ejecutar el plan. Lo he comentado en entradas anteriores, pero lo voy a subrayar de nuevo: la psicología del inversor es fundamental, la base sin la cual no se puede invertir con éxito. Y este no es más que otro ejemplo. Las catastróficas declaraciones que capturé en la entrada del 12 de abril nunca se cumplieron.
Desde aquel entonces, y tal como comentábamos, los gobiernos y bancos centrales pusieron toda la carne en el asador. La consecuencia ha sido la recuperación económica más rápida de la historia. Uno de los índices americanos de referencia, el S&P500, ha subido un 80% desde los mínimos de finales de marzo de 2020, y se encuentra un 25% por encima de los niveles previos a la crisis. Estoy seguro de que el que vendió hace un año no puede estar muy satisfecho con su decisión.
¿Donde estamos ahora? ¿Sigue siendo buen momento para comprar?
Como siempre, es difícil saber que sucederá en los próximos meses y años, pero una cosa se puede decir sin mucho temor a equivocarnos: hoy es un peor momento para comprar que hace un año. ¿Significa eso que es mal momento? Pues no necesariamente. Podría suceder que invertir hoy nos deje en una mejor posición financiera dentro de unos años que si no invirtiéramos. Nada indica que la bolsa haya llegado a un techo y vaya a empezar a descender. Y sin embargo yo ya no me siento nada cómodo comprando a estos precios. Desde el inicio de año solo he hecho un par de entradas pequeñas, dejando en liquidez gran parte del ahorro. En bolsa siempre hay buenas oportunidades de inversión, pero en el momento actual es mucho más complicado encontrarlas que cuando el mercado entero está barato.
Las noticias económicas de estas semanas parecen excesivamente optimistas, y eso me hace desconfiar (tal y como comentaba ya en enero por cierto, aunque la bolsa haya seguido subiendo). Parece que ya pasaron todos nuestros problemas una vez el virus esté bajo control, lo cual no es cierto. Los países han incrementado el endeudamiento, muchas empresas han desaparecido o siguen pasando muchas dificultades, las subidas de impuestos no van a hacerse esperar… Y los retos que nos vienen a continuación, que nos pillan con poco margen de maniobra, no son nada sencillos. Hay tres que a mi me preocupan especialmente y que van muy ligados:
- La crisis climática
- La transición energética
- La escasez de recursos
Hay poco que comentar sobre estos retos, que pueden desencadenar crisis en el futuro no tan lejano. Nuestro planeta es finito, y si seguimos consumiendo al mismo ritmo habrá escasez de materias primas (agua, metales, comida, combustibles), cambio climático para el que no estamos preparados, y una transición energética que parece la solución a los dos anteriores pero que no está nada claro cuándo y cómo se podrá conseguir. Este vídeo al respecto que me pasó mi amigo Oscar me resultó muy esclarecedor.
No es mi intención ser pesimista. Solo pretendo poner en contexto todo el optimismo sobre el futuro que se lee en los periódicos, que invitan a poner todos los ahorros en bolsa en un momento que no parece el mejor. Por supuesto, cualquier inversor invirtiendo en ETFs mediante diversificación temporal (un poquito cada mes) debe seguir su plan. Yo, que sigo una estrategia más value, de momento estoy siendo muy selectivo y paciente con mis inversiones. ¿Y tu?